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■ Voir son épouse pleurer
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- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 2005-09-02 | [Ce texte devrait être lu en espanol] | Inscrit à la bibliotèque par Valeria Pintea
PRIMERO
Las bestias primitivas cubrÃan a galopa, con glandes albardados en sangre y excremento. Nuestros padres mostraban con orgullo su miembro, el pliegue de la vaina y las bolsas rugosas. En la edad media, a la hembra, ya fuera ángel o gocha, le era preciso un mozo de sólido ornamento; hasta el mismo Kleber, si el culote es sincero, no han debido faltarle los recursos que te honran El humano al mamÃfero más altivo es igual; el grandor de su miembro sin razón nos extraña; pues sonó la hora estéril: el caballo fugaz y el buey han embridado sus ardores; ya nada ni nadie osa arbolar su orgullo genital por boscajes que puebla una grotesca infancia. SEGUNDO Nuestros glúteos no son iguales a sus glúteos, He visto a gente en cueros, detrás de los vallados, y a niños, cuando juegan libremente en el baño, los planos y las huellas que ofrecen nuestros culos. Más firmes, aunque a veces, con un dolor blancuzco, y distintos niveles que entolda el emparrado de los pelos. En ellas, sólo florece el raso por su raja embrujada, raso largo y profuso. Con una maestrÃa que embriaga y maravilla que sólo vi en los ángeles de las pinturas sacras simulan un carrillo donde anida una risa. ¿Estar, asÃ, desnudos, encontrar gozo y calma, con la frente inclinada hacia su oronda dicha y libres, los dos juntos, susurran una lágrima? y TERCERO Tan oscuro y fruncido como un clavel morado, respira humildemente, entre el musgo, al abrigo, húmedo aun de amor, con dulzura escurrido entre las blancas nalgas hasta su centro orlado. Hilillos semejantes a lagrimones lácteos han llorado en el viento cruel, que al no admitirlos los lanza entre los cuajos de unos lodos rojizos hasta perderse donde han sido convocados. Mi sueño se embocó, tenaz, a su ventosa; mi espÃritu, envidioso del coito material, hizo de él lagrimal y nido de sus quejas. Es la oliva convulsa, es la flauta mimosa, el tubo por do baja la almendra celestial Canaán femenino que la humedad apresa.
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